viernes, 10 de mayo de 2013

HOMENAJE A MI MADRE



 HOMENAJE A MI MADRE
    

2001 -2013 - A 12  años de tu partida
Ya no te busco en las calles de Iquique
Ni en el camino de tu casa a la mía
Ya no te busco en el sonido del tren fantasma
Ni en la ciudad de los sueños

Ya no espero tu llegada serpenteando desde Camiña al puerto
Ya no espero tu llegada presurosa
 Ni tú andar vertiginoso
Admiro tú osadía de parir nueve niños  contra todo cálculo
Dios te dio un racimo y así crecimos
Extraño tu olor a comida recién hecha
Tu voz… tu voz que tanto nos emocionaba cantando tangos eternos
Mientras caían tus lágrimas pensando en cómo pararías la olla de la comida del mañana

Hay madre como no buscarte, como no esperarte, cómo no recordarte  
Si estas en mí en cada momento
Hormiguita trotamundos
Como no extrañar tú ultimo té
Tu canción nocturna
Te rearmas en mil palabras
Estas en los poemas de Amado Nervo,  de Neruda, de Gabriela
En el pan cotidiano
En la pasión por el arte, la política y las letras
En la utopía de los ideales que no mueren
Te rearmas mágicamente  para encontrarte de nuevo en mí


Virginia Dávalos Pomareda
10 mayo 2013




miércoles, 17 de abril de 2013

DIA DEL LIBRO

                                                                    DIA DEL LIBRO



ODA AL LIBRO (I) Pablo neruda




Libro, cuando te cierro

abro la vida.

Escucho

entrecortados gritos

en los puertos.

Los lingotes del cobre

cruzan los arenales,

bajan a Tocopilla.

Es de noche.

Entre la islas

nuestro océano

palpita con sus peces.

Toca los pies, los muslos,

Las costillas calcáreas

de mi patria.

Toda la noche pega en sus orillas

y con la luz de día

amanece cantando

como si despertara una guitarra.

A mí me llama el golpe

del océano. A mí

me llama el viento,

y Rodríguez me llama,

José Antonio,

recibí un telegrama

del sindicato “Mina”

y ella, la que yo amo

(no les diré su nombre),

me espera en Bucalemu.

Libro, tú no has podido

empapelarme,

no me llenaste

de tipografía,

de impresiones celestes,

no pudiste

encuadernar mis ojos,

salgo de ti a poblar las arboledas

con la ronca familia de mi canto,

a trabajar metales encendidos

o a comer carne asada

junto al fuego en los montes.

Amo los libros

exploradores,

libros con bosque o nieve,

profundidad o cielo,

pero

odio

el libro araña

en donde el pensamiento

fue disponiendo alambre venenoso

para que allí se enrede

la juvenil y circundante mosca.

Libro, déjame libre.

Yo no quiero ir vestido

de volumen,

yo no vengo de un tomo,

mis poemas

no han comido poemas,

devoran

apasionados acontecimientos,

se nutren de intemperie,

extraen alimento

de la tierra y los hombres.

Libro, déjame andar por los caminos

con polvo en los zapatos

y sin mitología:

vuelve a tu biblioteca,

yo me voy por las calles.

He aprendido la vida

de la vida,

el amor lo aprendí de un solo beso,

y no pude enseñar a nadie nada

sino lo que he vivido,

cuanto tuve en común con otros hombres,

cuanto luché con ellos:

cuanto expresé de todos en mi canto.